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El ministro de Turismo de Cuba, Ibrahim Ferradaz, en pleno periplo por Europa para captar el mayor flujo de inversión hacia su país, destacó ayer en Palma el valor añadido de la industria turística balear y los acuerdos en materia de formación alcanzados con el Govern y la UIB para mejorar la calidad de los trabajadores del sector turístico cubano.

Ferradaz, que ayer mantuvo una reunión a manteles en el Meliá Vitoria con los empresarios Gabriel Escarrer, Juan José Hidalgo, Pablo Piñero, Luis Riu, Miguel Rosselló, Daniel Pons y Miguel Barceló, mantuvo después un encuentro con los medios de información con los que valoró diversos aspectos de su país y de ámbito político internacional.

En esta materia, al ser preguntado sobre el efecto que iba a tener la Administración Bush en la polémica Ley Helms-Burton, sentenció: «Clinton aprobó esta ley, la cual ha sido rechazada por todos los países, incluso por los esquimales, al atentar contra la elemental soberanía de los países. Estoy convencido de que la Administración americana Bush no puede ser más agresiva de lo que lo fue la de Clinton con esta ley. Al margen de esto, esperamos que las relaciones con Estados Unidos mejoren y se normalicen».

En cuanto a las relaciones Aznar-Castro, el ministro de Turismo cubano se fue por las ramas, aunque reconoció que «ha habido altibajos». Sobre el impuesto turístico del Govern no quiso entrar en detalle, aunque puntualizó que los alojamientos extrahoteleros (3.300 habitaciones en toda Cuba) «sí que pagan el impuesto correspondiente. En Cuba los impuestos favorecen a las empresas mixtas».