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La Conselleria d'Hisenda del Govern recaudó el año pasado un total de 43.936 millones de pesetas en los impuestos que gestiona tras la cesión del Gobierno, es decir: patrimonio, sucesiones, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. El volumen de ingresos de la Comunitat por esta vía aumentó un 15'7 con respecto al año anterior, año en que se recaudaron un total de 37.965 millones de pesetas.

A pesar de que todos los analistas coinciden en que 2000 supuso el final del ciclo expansivo de la economía balear, las cifras de recaudación del Govern siguen siendo positivas. De hecho, las estimaciones de ingresos del Ejecutivo para el año pasado eran de 41.316 millones de pesetas, lo que representa que el Govern recaudó 2.620 millones de pesetas más de lo previsto, un 6'34 por ciento.

De los 43.936 millones que se recaudaron, 23.770 corresponden al impuesto de transmisiones patrimoniales, lo que representa más de la mitad del total. El impuesto de transmisiones patrimoniales es el que se paga cada vez que alguien compra un piso, una finca o un coche de segunda mano, por ejemplo. El Ejecutivo tenía previsto ingresar 23.006 millones de pesetas, por lo que la recaudación de este impuesto fue del 103'32 por ciento, un tres por ciento más de lo previsto.

Por orden de importancia en los ingresos, es el impuesto de actos jurídicos documentados el segundo en recaudación. El año pasado la Comunitat ingresó 9.785 millones por este concepto, cuando la previsión era ingresar 8.260 millones de pesetas. Ello significa que el grado de ejecución de este impuesto fue del 118'46 por ciento. Es decir, casi un 20 por ciento más de lo que figuraba en los presupuestos de la Comunitat para el año pasado. En 1999, el Govern recaudó 8.767 millones por este impuesto, lo que representa que los ingresos por este impuesto aumentaron un 11'6 por ciento con respecto a 1999.