TW
0

Ni el paso del tiempo sobre la vieja tradición, ni la amenaza de lluvia impidió que los escolares de los cuatro colegios de sa Pobla acudieran, ayer por la mañana, a la finca de sa Llebra a merendar de pa amb botifarró y sobrassada torrada. Antiguamente, los chicos de la localidad acudían a esta gran posesión a recoger leña y, una vez allí, se les recompensaba el esfuerzo con un trozo de pan con sobrassada. De esta manera, se aprovechaba la leña resultante de la poda de los centenares de árboles que hay en los terrenos de sa Llebra para hacer el fogueró de la parroquia.

En la actualidad, ni en la finca hay leña, ni los escolares la recogen. No obstante, la vieja tradición de acudir a sa Llebra continúa siendo una buena excusa para no ir clase y pasar la mañana de la famosa Nit Bruixa poblera ambientándose con los foguerons, el humo, las glosses y el pa amb sobrassada o botifarró. Así, un año más, alrededor de 500 niños y niñas procedentes de todas las escuelas de sa Pobla recorrieron, ayer, a pie, los cerca de 3 kilómetros que separan sa Llebra y el núcleo urbano de sa Pobla.

Una vez allí, alumnos y profesores se divirtieron comiendo, charlando y entonando glosas populares. Tal y como durante años hicieron sus antepasados, pero sin leña.