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El peligroso accceso a las instalaciones de Son Bibiloni del Real Mallorca está generando un aluvión de protestas por parte de los usuarios de la carretera de Sóller, que cada día circulan por ese tramo considerado un auténtico «punto negro». Cada conductor que entra o sale de Son Bibiloni realiza maniobras que interrumpen, de forma muy peligrosa, el intenso tráfico en ambos sentidos debido a que no existe una rotonda o paso especialmente habilitado. Los denunciantes insisten en que por ese tramo se alcanzan velocidades muy altas y que cualquier detención o aproximación de coches obliga a realizar maniobras imprevistas.

El problema se ha agravado en los últimos días porque las instalaciones de Son Bibiloni están siendo ocupadas por los equipos inferiores del Mallorca en horarios nocturnos. Si de día ya implica un problema sortear los coches detenidos, de noche el peligro es todavía mayor, según los denunciantes.

El Real Mallorca, como entidad propietaria de los terrenos, debe ser la encargada de solicitar a Obres Públiques la autorización para construir una rotonda u otro paso alternativo en ese punto kilométrico, según confirmó un portavoz de ese departamento, pero todavía no lo ha hecho.

Además de solicitar las pertinentes autorizaciones, el Mallorca debe hacer frente a los gastos inherentes a esas obras, que los automovilistas califican de «urgentes e imprescindibles» con el objetivo de evitar accidentes graves.