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El número de cruceros que visitaron los puertos de Palma, Alcúdia, Maó, Eivissa y La Savina durante el pasado año descendió un 10 por ciento respecto a 1999, al contabilizarse 674 escalas frente a las 746 del ejercicio anterior, según informó ayer el presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay.

Esta bajada vino acompañada por una disminución del 14 por ciento en el número de cruceristas, dado que se contabilizaron en 2000 unos 622.663 pasajeros, mientras que en 1999 la cifra fue de 722.821 turistas.

Pese a esta evolución negativa, Triay puntualizó que los puertos insulares se convertirán «a largo plazo en unas de las principales instalaciones de escala y base para los cruceros mediterráneos con clientela europea, «en estos momentos se encuentran entre los 10 más importantes del Mediterráneo».

En este punto destacó el estudio realizado para conocer el grado de satisfacción, realizado por la empresa ATCC, que constatá el alto grado de valoración de los puertos de Balears por el turismo de cruceros, «que los ha situado en los primeros lugares durante el pasado año».