El conseller de Medi Ambient explicó que una isla como Mallorca no puede cerrarse a ninguna propuesta.

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El Consell de Mallorca ha decidido abrir la puerta a la posible ampliación de la planta incineradora con dos nuevas líneas, tal y como se recogía en el proyecto inicial. Según consta en el documento oficial de la modificación del contrato con Tirme, que el lunes aprobará el pleno de la institución insular de forma definitiva, la ampliación de la planta queda en suspenso, es decir, que no se prohíbe expresamente. Este suspensión temporal implica que, en un momento de necesidad, el Consell y la empresa Tirme pueden acordar el inicio de las obras.

El responsable de Medi Ambient de la institución insular, Miquel Àngel Borràs, explicó que, de acuerdo con el plan director sectorial de residuos, una isla como Mallorca no puede cerrarse a ningún sistema de eliminación de residuos. «De momento no queremos llegar a ampliar la planta "aseguró", pero tampoco podemos hipotecar el futuro con una prohibición tajante». Borràs justificó la necesidad de mantener abierta la posibilidad de ampliar la incineradora en que es preciso tener una alternativa «recogida en un plan y normativizada» por si luego es preciso hacer uso de ella. «Hay que ser precavidos e inteligentes y todos los partidos sabemos que a veces hay que renunciar a una parte de nuestros intereses para lograr el bien general», aseguró.

Borràs afirmó que ésta es la forma de actuar más adecuada, en contra de lo que hizo el PP, que en su día prohibió cualquier sistema de eliminación de residuos que no fuera la incineración y después hubo enormes problemas para acometer los proyectos de reciclaje. Borràs destacó, en cualquier caso, que la voluntad del Consell es cerrar todos los vertederos y mantener sólo el de Son Reus «aunque con las máximas condiciones sanitarias, y no como hasta ahora, con gran proliferación de moscas y de gaviotas».