TW
0

«Trabajamos para conseguir que se respeten los derechos humanos y lo seguiremos haciendo mientras sea necesario», explicó ayer la presidenta de Amnistía Internacional-Mallorca, Margalida Capellà Roig.

Ayer por la tarde un grupo de asociados y simpatizantes de Amnistía Internacional se reunió en la Plaça Major de Palma, de forma simbólica, para celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos. En el acto simbólico se encendieron velas en memoria de todas las personas que, de una forma u otra, han visto pisoteados sus derechos. Mujeres maltratadas, niños desatendidos e incluso se recordó el procesamiento de Augusto Pinochet en Chile, considerado como una de las personas que más ha contribuido a pisotear los derechos humanos.

La presidenta también tuvo palabras para recordar un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), hecho público esta misma semana, en el cual se especifica que quinientos niños y niñas mueren cada día en Angola, debido, de forma directa o indirecta, a la guerra que azota el país desde hace 25 años.

Los principales factores que inciden en el alto índice de mortalidad infantil en Angola son la desnutrición, debido a que las poblaciones rurales del interior del país han abandonado los campos de labranza para refugiarse en los centros urbanos controlados por tropas gubernamentales, y las llamadas enfermedades tropicales. «Los niños que no tienen ni alimentos que comer tampoco cuentan con sus derechos humanos respaldados», especificó la presidenta de Amnistia Internacional-Mallorca.