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El papel social y solidario del farmacéutico en la denominada aldea global es esencial en la lucha contra el hambre y las epidemias, según destacó el doctor Federico Mayor Zaragoza, en la clausura de los actos conmemorativos del primer centenario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears.

El ex presidente de la UNESCO, y último ministro de Educación y Ciencia con el Gobierno de UCD, defendió el futuro de la farmacia como un garante profesional para que el entorno humano sea sano y saludable. El político habló de la «vergüenza que representa para una sociedad que está gastando dinero en tonterías que diga a los enfermos de sida africanos que no los pueden tratar, que no les pueden dar tratamientos antiretrovirales porque son muy caros». Mayor Zaragoza se manifestó decididamente favorable a facilitar el acceso de todas las personas a la medicación «pero especialmente a los necesitados».

Preguntado por el alto precio de los antiretrovirales existentes y la posibilidad de crear medicamentos genéricos bioequivalentes para el Tercer Mundo, el político consideró que se trataría de una buena medida. En relación a la nueva normativa que impide trasladar a los países necesitados medicamentos desprecintados, Mayor Zaragoza explicó "en referencia a las acciones de las organizaciones no gubernamentales de envío de medicamentos al Tercer Mundo" que hubiera sido mejor «un procedimiento de generosidad de los países más avanzados» pero dijo entender que se deben buscar fórmulas para que los enfermos de los países subdesarrollados tengan acceso a los medicamentos». No así si la nueva norma legal justamente sirviera para que las empresas farmacéuticas incrementasen sus ventas y se redujera la llegada de medicamentos al Tercer Mundo.