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La instalación de antenas receptoras en núcleos urbanos será regulada por unas normas territoriales cautelares de las infraestructuras de telecomunicaciones que regirán hasta la aprobación definitiva del plan director sectorial de telecomunicaciones, según el acuerdo adoptado ayer por el Consell de Govern y que explicó a los medios de comunicación el conseller de Presidència, Antoni Garcías. Estas normas cautelares se refieren a las infraestructuras de telecomunicaciones como las de transporte y recepción, emisión y transformación de señales radioeléctricas instaladas en el archipiélago. «Balears es una de las primeras comunidades autónomas que aprueba una normativa de este tipo», recordó Garcías.

Las infraestructuras de telecomunicaciones son consideradas, según las normas territoriales, como instalaciones aisladas o radioeléctricas. Las primeras incluyen las antenas receptoras o los enlaces para propagar la señal hasta los destinatarios, mientras que las segundas son consideradas como un conjunto para el dispositivo emisor de una señal electromagnética y sus enlaces o repetidores.

Respecto a las redes radioeléctricas, en tanto que instalaciones que afectan al suelo rústico, estarán sujetas a la declaración de interés general por parte de los consells insulars. Previa a esta declaración, los operadores de telecomunicaciones tendrán que presentar un plan de implantación de la red ante el consell afectado, que tramitará a la Dirección General de Tecnología y Comunicaciones del Govern.

Según Garcías, el plan tendrá que especificar el esquema general de la red, indicando la localización, los elementos o nudos de la red y su ubicación, así como una justificación del uso de la mejor tecnología para minimizar el impacto visual y ambiental.