Maria Antónia Munar y otros representantes del CIM, junto a la fuente creada por Sarasate en l'Alguer. Foto: J.A.

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En la mañana de ayer, el aeropuerto de Son Sant Joan vivió una gran agitación. En cuatro vuelos se fueron los cuatrocientos participantes mallorquines en los primeros Juegos Socioculturales y Deportivos del Mediterráneo, que se inauguraron ayer en l'Alguer, la única ciudad italiana donde se habla catalán, y en los que habrá presencia de personas de Euskadi, Andorra e Italia.

Estos primeros juegos, que cuentan con el apoyo de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, fueron inaugurados oficialmente por Francesco Masala, presidente de la provincia de Sássari, y Maria Antònia Munar, presidenta del CIM. El acto solemne, que dio comienzo sobre las 15.30 horas, se celebró en el puerto de l'Alguer, donde representantes de todas las delegaciones portaban el vestido regional llevando la senyera y el cartel de su delegación.

Las autoridades, entre las que se encontraba Maria Antònia Munar, se embarcaron para recoger el agua del Mediterráneo en una jarra fenicia. Una vez en tierra, la banda municipal de l'Alguer inició la marcha para transportar la jarra de agua hasta el polideportivo. Los primeros en acceder al recinto fueron los políticos, que se situaron alrededor de la fuente que, para la ocasión, había creado el artista artanenc Miguel Sarasate. Después entraron todos los participantes haciendo una defilada y colocándose por hileras. Por último, entraron los representantes de l'Alguer, que depositaron esta agua que une a todos los participantes, en la fuente.

Fue entonces cuando un grupo folclórico de l'Alguer hizo una demostración de su arte. Posteriormente, se hizo un parlamento y el juramento de los deportistas en italiano, catalán, vasco y castellano.