El Govern y el Ministerio de Medio Ambiente parecen dispuestos a no
ponerse de acuerdo para resolver los problemas del agua cuando
están en juego inversiones financiadas por la Unión Europea y los
ayuntamientos beneficiados con las nuevas infraestructuras. En caso
de no haber acuerdo, el Ministerio de Medio Ambiente podría dejar
de lado al Govern y proponer la instalación de nuevas desaladoras
si lo solicitan los ayuntamientos. Para ello deberían crearse
consorcios con el fin de gestionar el agua producida por las
desaladoras.
Mientras tanto, las negociaciones entre ambas instituciones no
avanzan lo más mínimo. El Ejecutivo balear quiere algo más que
desaladoras que ofrece Matas, y exige que el Ministerio de Medio
Ambiente pague otras inversiones. Depuradoras, Sa Costera y las
unidades móviles de desalación son algunas de las reclamaciones que
figuran en el listado de peticiones que hace el Govern. En total,
Balears solicita inversiones por valor de 16.000 millones, todas
ellas para el año 2001.
Mientras tanto, el Ministerio de Medio Ambiente se compromete a
declarar de interés general las desaladoras de Alcúdia, Bahía de
Palma, Andratx, Calvià, Santa Eulàlia y Formentera, además de
proponer la realización de otras inversiones una vez que se apruebe
el Pla Hidrològic. Medio Ambiente ofrece más de 40.000 millones a
Balears.
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