Las nuevas tendencias prescinden del blanco puro.

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La VII edición de la Fira de Serveis de Noces, Nupcial 2000, cerró ayer sus puertas después de tres días con unos resultados muy similares a los del año pasado. Más de 2.000 personas han visitado el recinto, en el que se han congregado un total de 54 expositores que han representado a diferentes firmas que ofrecen todo lo necesario a los novios para su boda. Concretamente, los vistantes han podido encontrar desde ramos de flores, anillos y lencería hasta viajes y mobiliario para el hogar.

La última jornada acogió a las 19.00 el segundo desfile, que tuvo como telón de fondo distintos vestidos de novia de la temporada primavera-verano 2001. Sin lugar a dudas, las mujeres fueron las protagonistas, porque son ellas las que más disfrutan al observar los diferentes modelos que podrán vestir en el día más feliz de su vida. La ausencia del blanco puro en esta nueva gama destacó, dejando paso a los marfiles y cremas.

Los distintos diseños que se presentaron fueron de la Associació Ses Illes Disseny (ASID), que engloba a modistos de la talla de Tolo Crespí, Xisco Caimari, Joana Borràs e Inés Colom. Éstos no se limitaron a los típicos trajes de novia, sino que también propusieron vestidos de fiesta para los acompañantes. Asimismo, se pudieron ver propuestas de Novia 10 y los últimos modelos de Acanto para el novio.

Para los hombres, se introdujeron colores diferentes al ya tan clásico negro: grises, azules, blancos... Los chalecos y las pajaritas estuvieron presentes en distintos tonos. Con estas nuevas propuestas, se intenta que el hombre se encuentre a la altura de las circunstancias en un día en el que él también es protagonita.