Antich pidió lealtad institucional al Gobierno de Madrid para no perjudicar los intereses de Balears. Foto: CURRO VIERA

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J.MESTRE Antich, con el 91'82 por ciento de los votos de los congresistas y ni una sola papeleta en su contra, logró ayer erigirse en el indiscutible líder del PSOE y obtuvo el respaldo público de los partidos que le eligieron para ocupar la Presidència del Govern. De los 220 votos emitidos en el IX congreso del PSOE balear, Antich consiguió 202 a favor, 16 en blanco y dos nulos. En un ambiente de euforia, Antich anunció su intención de «refundar el PSIB y lograr un amplio apoyo de los ciudadanos de Balears». «Hoy empieza un gran cambio; un cambio tranquilo, pero un cambio profundo», dijo el «número uno» del PSOE balear.

Antich aprovechó su proclamación como secretario general del PSOE para hacer «un ofrecimiento formal de un pacto de lealtad institucional al Gobierno del Estado y al PP balear». El presidente del Govern considera necesario «un pacto para garantizar que nunca más primarán los intereses partidistas por encima de los intereses generales de nuestra tierra».

No obstante, Antich aprovechó la clausura del congreso de los socialistas para exigir a Madrid «lealtad institucional». «Los golpes bajos deben acabar», pidió Antich, quien reclamó soluciones urgentes al problema del agua y criticó que Madrid no quiera financiar las carreteras que quiere realizar su Govern.

El congreso de los socialistas también sirvió para que Antich sumase apoyos y lealtades. Los partidos del Pacte, sin excepción, acudieron a la clausura del congreso para mostrar su colaboración al nuevo líder socialista.

La verde Margalida Rosselló, consellera de Medi Ambient, dijo a los más de 300 asistentes al congreso que «para gobernar hace falta tener las ideas claras». «El primer año de gobierno de progreso ha demostrado que esto es posible y la sociedad reclama responsabilidad y unidad a los que tenemos la misión de gobernar», admitió Rosselló.

Miquel Vicens, secretario general de Unió Mallorquina, ofreció la «colaboración y lealtad» de la formación nacionalista a Francesc Antich. «Hemos sido capaces de cambiar la trayectoria política de Balears y ahora hemos de ser responsables», planteó Vicens.

Eberhard Grosske, conseller de Treball y coordinador de EU, destacó que ningún partido del Pacte «puede permitirse el lujo de hacer fracasar esta experiencia política».