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El actual secretario general de los socialistas de Balears, Andreu Crespí, aseguró ayer a este periódico que no planteará ninguna batalla interna para permanecer en la ejecutiva del PSOE que saldrá del congreso que se celebrará a finales de este mes. «Si estoy en la ejecutiva, muy bien, pero no pasará nada si dejo de estar en ella; no voy a convertir en cuestión de Estado mi situación personal», destacó Crespí, cuya presencia en el órgano de dirección del PSOE estará garantizada si continúa como portavoz de los socialistas en el Parlament.

Algunas voces eran partidarias, hace sólo unos meses, de aprovechar su marcha de la Secretaría General del PSOE para provocar un cambio de portavoz en el Parlament. Esta posibilidad parece haberse desactivado, aunque en algunos momentos todos parecían tener claro que Mercé Amer se convertiría en la nueva portavoz socialista.

En estos momentos, el sector que lidera Francesc Antich está dispuesto a dar una salida honrosa a Crespí después de una gestión que, para algunos dirigentes socialistas, ha sido más que discreta tras perder las primarias. Sin embargo, las distintas asambleas han acordado dar su respaldo al informe de gestión que el propio Crespí presentará durante el congreso regional. La consigna de Antich parece muy clara: evitar cualquier fisura interna para consolidar su proyecto de Govern tras unos primeros meses de gestión con numerosos problemas.

El president del Govern tampoco aprovechará el congreso y su liderazgo en el PSOE para realizar una remodelación en su gabinete. Esta posibilidad quedó descartada hace unos meses, aunque Antich la barajó seriamente en algunos momentos, sobre todo después de las elecciones generales y tras la dimisión de Joan Mayol como conseller d'Agricultura. Antich tiene intención de mantener su actual Govern hasta que concluya la legislatura para dar una imagen de solidez ante la sociedad balear.