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JASON MOORE Un total de 250 turistas británicos, que debían partir hacia Glasgow a las 21.30 horas del viernes en un vuelo de Airtours, permanecían retenidos ayer en un hotel de Palma a la espera de que la compañía les comunique su salida.

Los turistas fueron avisados por megafonía, cuando estaban en la sala de embarque a punto para subir al avión, de que el vuelo tendría «un pequeño retraso», y no recibieron nueva información hasta las doce de la noche, cuando se les comunicó que se les iba a trasladar al mostrador de la compañía Airtours, según relató uno de los turistas implicados.

Una vez en el mostrador de Airtours, se les dijo que iban a ser trasladados a un hotel, donde esperarían la salida del vuelo. «Nos metieron en autobuses tratándonos como animales, sin decirnos qué pasaba con el vuelo y sin dejarnos recuperar el equipaje que todos habíamos facturado y nos llevaron al hotel», explica este turista. Durante toda la mañana de ayer sábado, los 250 turistas británicos seguían alojados en el hotel Palas Atenea, esperando que Airtours les diera algún tipo de información.

La irritación y el malestar de los turistas fue aumentando por momentos, ya que desconocían los motivos por los cuales no había salido su vuelo a la hora prevista y el momento en que podrían tomar el avión definitivamente con destino a Glasgow. Pero, además, estaban muy cansados: la mayoría no llevaban consigo sus efectos personales, porque el equipaje ya estaba facturado, habían tenido que dejar sus compras del dutty free en el aeropuerto, no tenían ropa para cambiarse, algunos habían tenido que adquirir ropa nueva, y a otros apenas les quedaba dinero porque lo habían gastado casi todo al terminar su viaje.