Fanny Marí, con su hija, Jessica. Foto: C.V.

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La felicidad de una mujer que ha sido madre hace 25 días. Esta manifestación se comprueba en el semblante de la joven soprano mallorquina Fanny Marí, que a sus 31 años ya presenta un currículum muy prometedor. Miembro de diversas corales en Palma, como solista ha participado en distintas producciones de óperas de Wagner, Mozart y Puccini. Recientemente ha regresado de Nueva York, donde por espacio de dos años ha realizado un máster para perfeccionar su estilo. Ahora busca la tranquilidad desde su casa de Palma, donde pretende descansar una temporada para volcarse en su retoño.

"¿Cree que vivimos en un país reacio a aceptar las nuevas voces?
"No, todo lo contrario. Se recibe mucho apoyo y de alguna manera hay personas que intentan colaborar. En mi caso me fui a Estados Unidos gracias al apoyo de Sa Nostra.

"¿Es compatible ser madre con las exigencias que requiere el entrenamiento de la voz?
"Yo creo que sí. Había oído decir que ser madre estabiliza la voz, y ya veremos. De momento te ata mucho a estar con ella, pero tengo muchas ganas y no creo que sea un obstáculo, al revés, un incentivo, para seguir.

"¿Es necesario un reconocimiento fuera de nuestras fronteras para obtenerlo después aquí?
"En todos los sitios pasa. En Estados Unidos ocurre algo similar con la gente que llega de Europa. Siempre quieres parecerte al vecino y cuando lo consigues te abre muchas puertas.

"¿La mentalidad norteamericana se parece en algo a la mallorquina?
"Desde que ha aparecido la Red todo es más común. Aunque si nos fijamos desde el punto de vista de los estereotipos, no se parecen en nada porque presentan unas mentalidades opuestas.

"¿Cómo se ha planteado el futuro más cercano?
"De momento quiero descansar con la niña. Tengo alguna oferta, pero no puedo decir nada hasta que se me comunique de manera oficial. No obstante, necesito estar cuatro o cinco meses atendiendo a mi hija y descansando.