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Una vez más, Ana Botella, en su visita a Palma, asistió a una céntrica peluquería mientras a esa misma hora su marido, José María Aznar, despachaba con don Juan Carlos en el palacio de Marivent. La primera dama, tras tomar un rápido café en uno de los bares cercanos a es Born, acudió al centro de peluquería, lugar que suele visitar casi siempre que llega a Palma.

Al igual que en todas las anteriores ocasiones, la delegada de Govern, Catalina Cirer, hizo de anfitriona a la primera dama, con la que le une una buena amistad, a la vista de las conversaciones que mantenían las dos. Ana Botella estuvo alrededor de media hora en el salón de peluquería y se le realizó un peinado del cabello, manteniendo en todo momento el corte de pelo que suele realizarle el peluquero catalán, ya que desde hace tiempo es quien la asesora y tiene cuidado de su belleza capilar.

A la llegada a la peluquería, Ana Botella pasó totalmente desapercibida entre las clientas, pero rápidamente se corrió la voz de que estaba la «presidenta». Al finalizar, la propia señora de Aznar pagó y salió sonriente luciendo un look que le queda pero que muy bien. Impecables y radiante,s tanto Catalina Cirer como Ana Botella se trasladaron a pie hasta la Delegación, desde donde, poco después, la mujer de Aznar salió rumbo a Marivent para almorzar con los Reyes.