El nieto de los Reyes acudió a la cita con su padre.

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El nieto mayor de los Reyes, Felipe Froilán, estuvo el domingo en Marineland con su padre, Jaime de Marichalar, calzón corto, muy veraniego, muy en consonancia con la ola de calor que estamos padeciendo y que ese día de auténtica canícula alcanzó uno de los puntos más álgidos del termómetro. Fue en la última sesión del día, con el parque lleno hasta la bandera. Al principio nos dio la sensación de que «Pipe» estaba más pendiente de cuanto acontecía a su alrededor que de lo que pasaba en la piscina del recinto, que entre focas y delfines no era poco.

Observamos cómo de vez en cuando les arrojó una pelota, pero enseguida remitía su atención a su entorno. Porque dudo que jamás hubiera estado rodeado de tanta gente, la mayoría extranjeros. Por eso mismo pasaron desapercibidos, que en fondo era de lo que se trataba. Finalizado el show, y como suele suceder cada vez que un ilustre visitante se pasa por el parque de Costa d'en Blanes, se le permite acercarse a los delfines.

Los miraba... no sé, raro. Pero, según los entrenadores de tan simpáticos cetáceos, en niños de la edad del nieto de los Reyes es normal que al principio más que entusiasmarles les asusten un poco. Así que todo es cuestión de darle tiempo al tiempo, como así sucedió, puesto que al rato Felipe Froilán miraba a los delfines de otro modo, por lo que imaginamos que la próxima vez que se encuentren se consolidará la amistad que comenzó a cimentarse el domingo.