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Los vecinos del Rafal pueden pasear desde hace pocos días por el nuevo bulevar abierto entre las calles Selva y Ses Salines del Rafal Nou. Se trata de la primera fase del proyecto de construcción de un Eje Cívico para los barrios del Rafal Vell y el Rafal Nou, el más ambicioso de cuantos han llegado a las barriadas palmesanas de la mano del Pla Mirall. El proyecto cuenta con un presupuesto de 250 millones y pretende la unión de ambas zonas "una vieja reivindicación vecinal" gracias a la instalación de una amplia plataforma que salvará el torrente de Barbarà, que ahora divide a sus habitantes.

En el año 1997, el Ajuntament de Palma expropió parte del terreno para la transformación del paseo existente en un boulevar de más de 300 metros de longitud. Según explicó la arquitecta responsable del proyecto, Juana Roca, el punto de partida es un escenario, tipo anfiteatro, al aire libre, colocado frente a la vieja escuela del Rafal, para la realización de todo tipo de actividades culturales y ciudadanas. Desde ahí arranca un largo paseo pavimentado, con terrisco a ambos lados, el uno destinado al público en general, con un bar, pista de petanca, etc., y el otro preparado para los más pequeños.

La recta del bulevar se interrumpe por dos plazoletas, la primera acoge el escenario y la segunda está presidida por una fuente en forma de paraguas, de tres metros de diámetro, que permite el paso por debajo, dando la impresión de quedar encerrado en una caseta de agua. A partir de ahí el eje continúa hasta la calle Alber, que discurre paralela al torrente, con otro espacio público que se espera inaugurar antes de las fiestas del barrio, que son el próximo 12 de agosto. La última etapa del proyecto está aún en obras y se desarrolla entre la calle Alber y el torrente, con la construcción de un vestíbulo que sube hasta una plataforma de hormigón de 35 por 35 metros que se levantará sobre el mismo cauce y que se convertirá en el nexo de unión del Rafal Vell y el Rafal Nou.