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Las pérdidas de agua potable de la red de suministro de EMAYA y los consumos no facturados (por ejemplo, la que emplea el propio Ajuntament) suponen el 28'8 por ciento del agua que la empresa capta de diversas procedencias, según los cálculos realizados por la coalición municipal de EU-Els Verds. El grupo desconfía de la cifra del 17 por ciento dada en el último pleno de Cort por la presidenta de EMAYA, María Crespo, referida a las fugas en la red de abastecimiento.

No obstante, en enero de este año, Crespo cifró en un 21 por ciento esta pérdida de agua potable. El edil Jordi López apuntó que «con las cifras oficiales dadas por la empresa sobre captaciones, facturaciones y parámetros de explotación de la potabilizadora de agua salobre de Son Tugores, se puede deducir que las pérdidas de la red son mucho más importantes». Por eso, desde EU-Els Verds se considera que «deberían de ser objeto de preocupación y más atención por parte de EMAYA». Explicó que las pérdidas de la red se pueden estimar restando el agua captada (de diversas procedencias, como s'Estremera, otros pozos de Raiguer, los embalses, las aportaciones de la desaladora y pozos del Pont d'Inca y de la zona de Na Burguesa) y el agua facturada para usos domésticos, hotelero e industrial.

Aún a esta diferencia se le debe descontar el agua captada para el suministro de la potabilizadora de Son Tugores «que se transforma en salmuera no aprovechable para el suministro y que no se puede considerar agua perdida en la red». Así, según las estimaciones del concejal de Els Verds, si según las previsiones del año 2000, la empresa captará 44.510.000 metros cúbicos y facturará 29.000.000, la diferencia es de 15.510.000 metros cúbicos, equivalente al 34'8 por ciento de las captaciones. Si a esto se le resta el agua de rechazo de la planta de Son Tugores, unos 2.680.000 metros cúbicos por año, resulta que al final el agua perdida o no facturada es de 12.830.000 metros cúbicos.