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La pertinaz sequía ha sido la causa de que la fruta no se haya recolectado en Mallorca con la abundancia de otros años. Una gran parte de la que se pone a la venta es de origen peninsular, pudiéndola apreciar hermosa y lozana y de buena calidad. Pero.. ¿y su sabor? Este poco tiene que ver con los sabores de las frutas de origen autóctono que se dan, sobre todo, en estas fechas como son el melón eriçoner, la sandía, las manzanas que se producen en Orient y las prunes de frare, estas últimas casi en período de extinción.

En el mercado de s'Olivar pueden encontrarse estas deliciosas frutas en pequeñas cantidades y en puestos muy concretos, tales como el de Miquel Gelabert. Este señaló que «en julio y agosto el público mallorquín, que conoce bien estas variedades las solicita aprovechando que están en plena temporada. Desde hace apenas dos semanas ya contamos con la manzana variedad «royal gala», que tanto auge ha experimentado su producción en la zona de Orient. Esta la vendemos al precio de 275 pesetas kilo. Nosotros la conseguimos a través de la empresa Fruita Bona, que también comercializa un producto que goza de buena demanda tal como la uva rosada sin pepitas, cuyo precio es de 475 pesetas kilo».

En el puesto de Miquel Gelabert vimos los genuinos y auténticos melones mallorquines eriçoners, delatándoles su aroma y su característica piel. Se vendían a 225 pesetas kilo. Con relación a este último Miquel Gelabert indicó que «hoy en día se ha dejado de cultivar en la proporción que se hacía antaño, convirtiéndose en un producto de calidad y no de cantidad. Es un melón más delicado que las otras variedades por lo que el payés ha optado por producir otros híbridos con mayor rentabilidad y no han desmerecido al paladar».