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El Ajuntament de Palma ha optado, al fin, por priorizar el paso de los autobuses de la EMT y de los taxis por las Avenidas durante las obras de soterramiento, aunque sin prohibir el paso del vehículo privado.

El concejal de Governació, José Manuel Sierra, explicó ayer el plan de tráfico que comenzará a aplicarse a finales de septiembre o principios de octubre, en cuanto comiencen las obras de excavación, y se mantendrá durante un año. Simultáneamente se ejecutará la construcción del paso subterráneo que conectará la Avinguda d'Alemanya con Antoni Marquès y del aparcamiento subterráneo de Comte Sallent. El edil responsable reconoció que «no queremos ocultar la realidad de que va a ser complicado y las consecuencias para el tránsito pueden ser graves si los conductores no tienen en cuenta las alternativas propuestas». Por eso, Cort se reserva la opción de restringir totalmente el paso de vehículos privados por las Avenidas «si se pone de manifiesto que perjudica la calidad del servicio del transporte público».

El plan de tráfico prevé unas restricciones para cada sentido de circulación, de modo que para el sentido levante, es decir para los coches que provengan de General Riera o Avinguda d'Alemanya y bajen en dirección al mar, la desviación afectará exclusivamente a la zona de la Plaza de España, pues en los tramos inmediatamente posterior y anterior de las Avenidas los vehículos podrán utilizar el ancho de la calzada en su totalidad. Al llegar a la plaza, los conductores deberán girar a la derecha, incorporándose a la zona interior donde se habilitarán dos carriles para turismos y un carril específico para los autobuses de la EMT. Para ganar espacio, todas las plazas de aparcamiento situadas en el interior de la Plaça d'Espanya quedarán eliminadas. Sierra recordó que el carril bus será separado físicamente mediante balizar de plástico, para evitar su invasión por los coches, a lo largo de todas las Avenidas, es decir, desde su confluencia con el Passeig Mallorca hasta la plaza Porta des Camp.