No escatimaron el ungüento para que les refulgiera la musculatura. Freir y servir. Foto: M.Á.CANYELLAS.

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Cuando el día de ayer contaba tan sólo con poco más de una hora de vida unas mil personas se congregaron en la discoteca de las cerezas con motivo de la elección del bellezo balear del año, distinción que fue a parar al estudiante de derecho y monitor de gimnasia de 23 años Humberto Ribas, quien dejó atrás a diecisiete aspirantes, encabezados por David Martínez y Cristian Montoya, que obtuvieron en segundo y tercer lugar, respectivamente.

Alrededor de la pasarela se acomodaron los invitados especiales, como Lorena Bernal, Miss España 99 y María José Besora, otra miss, pero más añeja, de la cosecha del 97. En un extremo del alargado escenario se situó el jurado, presidido por Belinda Washington, más hermosota en persona que en los monitores, acompañada por Carlos Ferrando, el famosólogo de lengua viperina, el coreógrafo Juan Hidalgo, uno de los más importantes valores danzantes afincados en la isla y el anterior Míster España, quien se ve que acababa de finalizar un máster en geografía.

Animó fervorosamente a los jóvenes de Las Palmas a que se inscribieran en este tipo de certámenes, ante la delicia de los presentes, en realidad divertidos ante confusiones del tipo "Queridos mallorquines de La Palma de Gran Mallorca, provincia de Tenerife, tan habituales en personajillos que ni se molestan en leer la casilla de destino en sus billetes. Llegó la hora de la verité y los bellezos desfilaron en ropa informal (vaqueros marcaculito y camiseta revientapezón), para luego hacerlo en bañador y trajes de marca, provocando un murmullo de incredulidad entre los presentes, pues algunos de los aspirantes, más que un cuerpo danone, mostraban un cuerpo cuajada.