En la actualidad, el coste de una cafetera nueva puede oscilar entre las setecientas y las ochocientas mil pesetas, con una vida media de unos cuatro años. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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La conselleria de Sanitat i Consum está detectando el uso de aguas descalcificadas y destiladas en las cafeteras de los bares. Este tipo de aguas alargan la vida de las cafeteras al no contener la cal que deteriora los mecanismos de las mismas. Si bien el uso de agua destilada o descalcificada no supone ningún riesgo para la salud, desde la conselleria se destaca que se trata de una práctica fraudulenta ya que estas aguas no han pasado los oportunos controles sanitarios.

Ultima Hora se ha puesto en contacto con Joan Fuster, presidente de la Asociación de Restauración de PIMEM, para que aporte su punto de vista sobre este asunto.

"¿Les ha sorprendido esta investigación de la conselleria de Sanitat i Consum?
"Lo que me sorprende es que la conselleria quiera investigarnos a nosotros, que somos los consumidores finales. De todas formas este problema del tipo de agua que se utiliza no es nuevo.

"Entonces, ¿Cuándo surge?
"Este problema ya viene de hace unos quince años. El agua mallorquina tiene unos niveles de cal impresionantes. Y por tanto, además de las cafeteras, también se ven afectadas las máquinas de hielo, los lavavajillas, las lavadoras. Muchos de nosotros, en aquella época, comprábamos garrafas de agua mineral, hasta que aparecieron las máquinas de osmosis.

"¿Cómo funcionan estas máquinas?
"Absorben el agua que viene de la red y la purifican de tal forma que es tan pura o más que un agua mineral, con la particularidad de que no tienes ni una gota de cal. Desgraciadamente, no todas las cafeterías disponen de este sistema, debido a su elevado precio, alrededor de medio millón de pesetas. En cualquier caso, con máquina o sin ella, las cafeterías utilizan agua normal, no me consta que se utilize agua destilada.