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Este mes será inaugurado el centro social y cultural Flassaders, una antigua fábrica de mantas, construida en 1862 y que ha sufrido distintas ampliaciones.

En estos momentos se realizan los últimos trabajos, tales como la colocación del mobiliario o retoques en la pintura de la fachada. Las previsiones apuntan a que en junio el centro abra sus puertas a los vecinos del barrio.

La dirección y coordinación de las actividades que se llevarán a cabo en su interior se ha adjudicado a la empresa FIAC y se pondrán a disposición de los usuarios más de diez monitores.

El edificio, situado entre las calles Flassaders, Senyal del Peix y Ferreria, dispone de 3.006 metros cuadrados en los que se han habilitado una sala de exposiciones, un club de la tercera edad, un bar, guardería, oficinas, aulas talleres para padres, sala de conferencias, talleres socioculturales, aulas de apoyo, gimnasio, sala de ordenadores, ludoteca y club de juventud.

Uno de los elementos más característicos del centro, la chimenea, ha sido restaurada. Se trata de una antigua construcción de ladrillo que ha sido necesario limpiar y sujetar con anillos para evitar posibles desprendimientos.

En las cuatro plantas se ha pretendido dar una referencia continua de espacio unitario, con grandes acristalamientos, reconocimiento inmediato del edificio y un gran acento en la tipología estructural, ya que los forjados originales y otras características menores se han dejado a la vista.

El presupuesto de esta obra era de 431 millones, entre adquisición y rehabilitación, pero el mes pasado se aprobó una ampliación de 50 millones. Esta cantidad cubrirá las soluciones adoptadas para los problemas aparecidos en el subsuelo donde se cimenta el edificio y los trabajos de consolidación para mantener la estructura de madera original.

A esta actuación hay que sumar los centros Estel y sa Calatrava, que se inaugurarán en el 2.001, el el Paseo por la Artesanía y el edificio Gerreria, que también estará listo este año.