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El paso de la Virgen Dolorosa fue trasladado a La Sang como es tradición el Martes Santo. Antes del desfile, los miembros de la Real Cofradía Virgen Dolorosa junto a su presidente, Gaspar Buades Rul·lan, asistieron a una misa en Sant Nicolau, donde fueron bendecidos los nuevos hábitos y la nueva corona de la Virgen, un regalo de los cofrades, realizada por un orfebre de Madrid.

Desde este templo salió la procesión, que, a pesar de los partidos de fútbol que se televisaban, registró una gran participación de penitentes de casi todas las cofradías. Desfilaron los pasos «Jesús del buen perdón», «Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén», «La lanzada» y «Virgen Dolorosa», que cerró cortejo como anfitriona. El paso de «La Agonía» no salió, pero la participación de sus cofrades fue muy numerosa, al igual que ocurrió con El Silencio y Las Cinco Llagas.

La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, ofreció como acostumbra en los últimos años un ramo de flores al paso de La Dolorosa, cuando paró frente a Delegación del Gobierno. Los miembros de su cofradía, La Santa Faz, y los de Cruzada del Amor Divino, en la que desfila la ex diputada Pilar Ferrer, que también se encontraba en la Delegación, obsequiaron a sus hijas con los típicos confites.

La imagen de la Dolorosa, obra de Guillem Galmés, cobró especial efecto a su paso por el paseo de es Born por la armonía y sencillez de su ornamentación floral.

Por otra parte, la junta de la Asociación de Cofradías expresó su agradecimiento a la gestión del Ajuntament y la Gerència d'Urbanisme por cumplir lo acordado referente a las obras.