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El grupo de reserva de la desaladora, que debía suministrar 7.000 metros cúbicos más de agua al día durante el verano, no podrá estar en funcionamiento hasta mediados de septiembre, según explicó el director general de Recursos Hídrics, Antoni Rodríguez Perea. Ello se debe a que, al tratarse de una obra de emergencia, debe ser aprobada por el Consejo de Ministros.

Sin embargo, el Ejecutivo de José María Aznar realizó el pasado viernes la última reunión de esta legislatura sin que la titular de Medio Ambiente, Isabel Tocino, presentara a sus compañeros de Gobierno el proyecto para poner en marcha esta línea de reserva.

Rodríguez Perea aseguró que el Govern confía en que el nuevo Gobierno de Aznar apruebe cuanto antes esta inversión. Pese a ello, hasta el día 28 no vuelve a reunirse el Consejo de Ministros y en él participarán los nuevos miembros del Gobierno. Por esta razón, en el Govern dan por hecho que, como muy pronto, la decisión sobre la desaladora no se tomará hasta la reunión que celebre el Gobierno el 5 de mayo. El director general de Recursos Hídrics explicó además que técnicos de la Conselleria de Medi Ambient tenían programada para hoy una reunión con los técnicos del Ministerio precisamente para perfilar la puesta en marcha de este grupo de reserva. Sin embargo, los responsables de la Conselleria recibieron ayer un aviso de que la reunión quedaba suspendida sin fecha.

A pesar de este nuevo aplazamiento en la puesta en marcha del grupo de reserva de la desaladora, que debía producir 7.000 metros cúbicos más de agua al día, el director general de Recursos Hídrics aseguró que el Govern tiene garantizados los caudales para que no falle el suministro a los ciudadanos de la bahía de Palma.

Rodríguez Perea afirmó que el Govern insistirá en otras medidas recogidas en el plan de choque, de tal forma que será posible disponer de unos 160.000 metros cúbicos al día. Con esta cantidad, se cubre la demanda de los días punta de los meses de verano, según el director general.

De hecho, el director general de la Conselleria de Medi Ambient explicó que la preocupación del Govern está más centrada en los meses de otoño, ya que el plan de choque permite pasar el verano, pero podía presentar problemas en otoño tras unos meses sin una gota de lluvia.