Unas cuatrocientas personas reocrrieron el trayecto entre la plaza de España y la Conselleria de Medi Ambient. Foto: PERE BOTA.

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Alrededor de cuatrocientas personas se manifestaron ayer en Palma para protestar por la ubicación «perjudicial e insolidaria» del Plan de Residuos Sólidos de Mallorca en la zona de Son Reus, «que recibirá el 87% de las basuras que se produzcan en Mallorca. Convocados por la Plataforma en Defensa del Pla de Tramuntana y de los Acuíferos de Palma, los manifestantes se concentraron en la Plaça d'Espanya, desde donde partieron por las Avingudes hasta la puerta de la Conselleria de Medi Ambient. Una vez allí leyeron y entregaron un manifiesto en el que recogían sus reividicaciones y depositaron una serie de bolsas de basura, cuyo contenido «llevaremos a reciclar tras la marcha, pero de ningún modo acabarán en Son Reus», aseguró un portavoz.

En su manifiesto, la Plataforma reconoce su intención de constituirse en «la voz del pueblo contra la Conselleria, que aplica una 'política negra' en vez de una 'política verde', haciendo caso omiso a más de 8.000 alegaciones, 8.000 ciudadanos perjudicados por una decisión insolidaria».

El mensaje es claro. Manifiestan que «el peligro de envenenamiento de los dos mayores acuíferos de Mallorca (S'Estremera y el de Palma), la degradación paulatina del entorno de los núcleos de población limítrofes y de las zonas agrícolas actualmente en explotación será una realidad en el futuro, y nos sentimos por ello sentenciados a muerte». A modo de ejemplo, se apunta que la planta de metanización estará a 70 metros del centenar de viviendas de la urbanización Can Garriga. No acaban de entender por qué el Pacte de Progrés «se atreve a vulnerar las leyes de ámbito natural actualmente en vigor, que nos protegen contra barbaridades como la que nos pretenden imponer».