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Los clientes morosos adeudaban hasta el pasado 31 de diciembre 3.480 millones de pesetas a la Compañía de Gas y Electricidad (GESA). De esa cantidad 886 millones correspondía a deudas contraídas por los ayuntamientos (un 10% más que en 1998), 1.357 millones a clientes generales (un 9'7% más que en 1998) y el resto, a clientes «especiales», según los datos que maneja la compañía.

GESA facturó en 1999 un total de 50.929 millones de pesetas, y los 3.480 millones que la empresa no puede cobrar corresponde a un porcentaje de morosidad del 6'8% sobre esa cantidad. En el ejercicio de 1998, por ejemplo, GESA facturó 50.395 millones, una cantidad ligeramente inferior a la de 1999. Esa circunstancia obedece, según la portavoz, a la rebaja de las tarifas hasta en un 25%, en términos reales, en el período 1997-1999.

GESA considera moroso a un cliente cuando el importe del recibo no ha sido satisfecho entre los 40 y 65 días posteriores a la presentación de la factura. Se abre un proceso que culmina con la retirada del contador, si el usuario no ha saldado su deuda. También, actúan los servicios jurídicos de la compañía en los casos en que se plantea un posible pleito dada la importancia de la deuda.

GESA ha emprendido importantes inversiones para asegurar el servicio eléctrico en Balears, especialmente crítico en pleno verano, cuando la demanda alcanza sus cotas más elevadas. Precisamente la denominada «punta de la demanda» se registró el pasado 25 de agosto, a las 21 horas, con 817'4 kilowatios, lo que representó un incremento sobre la punta máxima de 1998 del 12%. Por ello, la compañía que preside Bartomeu Reus prevé poner en marcha muy pronto la nueva central de Son Reus, en la que se van a instalar en una primera fase 4 turbinas de gas de 38'5 megavatios de potencia unitaria. Esta nueva instalación, y cuando las dos fases estén en funcionamiento a partir del 2002, representará el 8'14 de toda la potencia generada en Mallorca.