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Los monitores que realizan las actividades de ocio en los clubs de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Balears han sido las primeras víctimas en un conflicto iniciado por el Consell de Mallorca cuando Maria Antònia Munar llegó a la presidencia y que se agrava en vísperas de que esta institución asuma las plenas competencias en materia de 'gent gran'. Muchos presidentes de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Balears aseguran haber sido amenazados con la supresión de la subvención que recibían del Consell, para pagar el alquiler de los locales sociales, si no se apuntan a sus actividades.

Algunos presidentes han tenido que ceder a las pretensiones del CIM para mantener esta vía de financiación, pero a costa de sacrificar a los monitores que venían dirigiendo las actividades desde hace años, ya que el Consell les ha impuesto a sus propios monitores. Otros se han apuntado a algunas actividades del Consell al tiempo que han mantenido las suyas, con el fin de poder optar a la subvención y no tener que echar a los monitores que venían trabajando con ellos desde hace años.

«Hace diez años que trabajo con los clubs de la Federación, soy de los monitores más veteranos, y nunca antes había visto la manipulación que están sufriendo ahora los presidentes de las asociaciones de personas mayores por parte del Consell, que les presiona para que quiten a sus monitores para poner a los del propio Consell», explica Ariel Ariani, monitor de gimnasia. Ariel, uno de los pocos que ha logrado mantener de momento su trabajo en cuatro clubs, «gracias a que sus presidentes no han pasado por el aro del CIM "dice"», comenta que la situación por la que atraviesan los monitores de 'gent gran' «es muy difícil, ya que algunos han perdido su trabajo y se han quedado sin derecho a nada».