El president y el conseller Mesquida fueron aplaudidos en la apertura oficial del centro. Foto: PEDRO PRIETO.

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PEDRO PRIETO ENVIADO ESPECIAL A LA HABANAAntich viajó el martes a Cuba en compañía del conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, y un séquito compuesto por siete personas más, entre ellas protocolo, prensa y seguridad. Tras almorzar en el self"service de Barajas, el president se quedó a bordo en mangas de camisa y viajó a Cuba en clase turista, o lo que es lo mismo: diez horas de estrecheces en un espacio vital mínimo, lo cual, además, obligó a banqueros y otros empresarios a hacerlo también en dicha clase. Al igual que el resto de viajeros, tuvo que aguantarse y no fumar durante las diez horas que duró el viaje, con el «mono» que eso conlleva para todos los fumadores y con las secuelas que le dejó la muela extraída la víspera de partir.

BOLEROS
Cuando le volvimos a ver, ya en tierra, dando un conferencia de prensa ante los medios de comunicación de Cuba "estaban todos, ¡eh!", sentado al lado de uno de los insignes de la Revolución, Ibrahim, el héroe de Bahía de Cochinos, y muy cerquita del doctor Alemany, prestigioso oftalmólogo y presidente del Centre Balear, estaba fresco como una rosa. Eso sí, alguien nos contó que desde que descendió del avión hasta llegar ahí ya se había fumado tres cigarrillos. Por cierto, Antich había sido recibido al son de boleros a cargo del grupo de bailes de la citada Casa Balear. Que conste.

Y... bueno, pues como cabía esperar, el Molt Honorable no se hospedó con nosotros en el Meliá Cohiba, sino que el Gobierno cubano le había asignado techo en la Residencia de Protocolo, que es donde van a parar estadistas y visitantes ilustres.

Sin embargo, Antich se dejó caer por el hotel a media noche, aceptando una invitación del director, con quien se tomó un roncito y se fumó un habano.
El Centre Balear de Cuba, en el que comenzó a trabajar para hacerlo la realidad que es Rosa Estaràs, vicepresidenta y consellera de la Presidència de los anteriores gobiernos del PP, está inscrito en el registro de asociaciones como «Asociación de amistad», siendo reconocido en 1994 por el Govern balear como Comunitat balear en el Exterior.

En la actualidad el número de asociados supera los 2.000, siendo La Habana, con mil, la que más aporta, seguido por Cienfuegos y Batabano. En cuanto a las edades de los afiliados, los que más, 912, están comprendidos entre los 31 y 65 años, y los que menos, 264, son los de 65 en adelante. En dicho centro hay más mujeres que hombres afiliadas, y sus procedencias son: 1.455 de Mallorca, seguido por Eivissa, Menorca y Formentera.

SITUACIÓN
Situado en una de las esquinas más importantes de La Habana moderna, es un edificio de estilo colonial, de dos plantas y sótano, con una extensión edificada de 660 metros cuadrados de superficie. En el sótano está el gimnasio y el almacén, en el primer piso vemos la sala de protocolo, el comedor y la cocina, y en el piso superior dos habitaciones habilitadas como centro de formación de informática, idiomas y hostelería; el resto está destinado a oficinas. Lo dirige el doctor Alemany.

Desde 1997 el centro está presente en toda la isla a través de distintas delegaciones, de las que sólo en la ciudad de La Habana hay quince.
En la inauguración del Centre Balear de Cuba abrió el turno de discursos el presidente de la entidad, doctor Alemany, quien contó la historia de los emigrantes de Balears en Cuba hasta hoy. El doctor, luego, aparte, nos comentó que dejaba el cargo en primavera, cediendo el paso a otra gente más joven, con ideas renovadoras.

A continuación habló el president Antich, quien poco antes había llegado en olor de multitudes, pues los cubanos, nacidos en Balears o descendientes de baleares, le hicieron tal recibimiento que difícilmente lo olvidará.

Antich, en su parlamento, no se anduvo por las ramas. Dijo, entre otras cosas, en clara alusión a sus antecesores que desde que están al frente de la Comunitat «hemos iniciado un proceso sustancial y significativo de la forma de gobernar las instituciones públicas de nuestra comunidad, basada en la solidaridad y participación y la transparencia en la gestión pública», señalando más adelante, refiriéndose a las casas baleares en el exterior, que «desgraciadamente creemos que algunas casas o algunos de sus integrantes se dejaron arrastrar por intenciones electoralistas no excesivamente transparentes. Gracias a los mecanismos de corrección de carácter democrático, el tema fue detectado y denunciado. Una vez asumido el poder, tuvimos que afrontar el tema de los baleares en el exterior con cautela, sentido común y prudencia. Nuestra voluntad es mantener una política coherente y rigurosa con los inmigrantes isleños y sus descendientes, pero, sobre todo, teníamos claro que no podíamos hacerlo a cualquier precio y sin un programa de actuación transparente».

Vamos, que poco menos, como dijo una compañera, Antich, con su discurso, hizo protagonista el tema de Formentera en día tan señalado en La Habana. Antes de comenzar a hablar en catalán, recordando que él era hijo de emigrantes "«he nacido en Caracas»" y que sus abuelos emigraron a Cuba, dijo: «La respuesta a visitar el Centro balear de Cuba fue afirmativa y clara por multitud de razones. Tan clara y consecuente como lo habíamos sido en nuestra forma de solidarizarnos con el Gobierno cubano y los intereses de Balears en Cuba ante la presión de los Estados Unidos, tal y como tendré oportunidad de poner de manifiesto de ahora en adelante». Por último, aunque breve, tuvo un recuerdo para sus antecesores: «La presencia de mi Gobierno en este acto está acompañada por el recuerdo de gobiernos anteriores, que también han contribuido de manera eficaz a esta realidad de hoy».