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San Nicolás llegó con un montón de regalos a la Escuela Holandesa de Mallorca, lugar donde esperaban más de sesenta niños en el día más importante para ellos. Antes de que llegara vestido con una larga capa granate, niños y padres cantaron canciones holandesas junto a los «Pedros Negros», los acompañantes del santo.

«San Nicolás viene este año en barco.
A lo largo de la semana pasada los niños han puesto sus zapatos en la chimenea o en la puerta de su casa a la espera de que por la noche pasen los asistentes, «Pedros Negros», y les dejen un regalo dentro de su zapato. Algunos niños hasta dejan una zanahoria u otro tipo de comida para el caballo de San Nicolás, un caballo blanco con el que cabalga por los tejados de las casas, según marca la tradición», afirma Saskia Schwan, secretaria de la Escuela Holandesa.

Tampoco faltaron los dulces ni los productos típicos holandeses. La escuela organizó también una lotería para recaudar fondos e invertirlos en el centro. «A esta fiesta no sólo están invitados los alumnos de la escuela, sino todos los niños holandeses de Mallorca. También han participado este año niños españoles, que han cantado por la llegada de San Nicolás».