TW
0

El 25 de mayo de 1968, el eminente doctor en medicina Christian Barnard llegó a Mallorca en el «Grand Commander» propiedad de Eduardo Barreiros. Barnad, que era piloto civil, tripuló el avión del señor Barreiros. Cuentan que el marqués de Villaverde, que viajaba con ellos, aterrizó en Son Sant Joan con el rostro lívido. Barnad lucía su siempre cautivadora sonrisa. Aquella misma tarde, en el Hotel de Mar de Illetes, tuvo lugar una rueda de prensa tumultuaria en torno a quien iba a recibir, horas después, el premio Dag HammrskJoeld al mérito científico por haber logrado con éxito el primer transplante de corazón de la historia. La foto del fecundo archivo fotográfico de Planas Montanyà recoge el momento en que el doctor Barnard manifestaba su admiración por la altísima preparación de lo que médicamente conocía en España; la Clínica de la Paz. El Dr. Martínez Bordiu correspondió a los elogios con humorísticas inclinaciones de cabeza. Hacía pocos meses que el yerno de Franco había transplantado un corazón a un perro, que no sobrevivió a la experiencia. El brillante acto de la entrega de premios "científicos, industriales y benefactores de la humanidad" se celebró en el Palacio de Congresos de Palma. Abrió el acto el Alcalde de Palma, D. Máximo Alomar. Y dijo: «Es nuestra isla un faro para el mundo entero que proyecta al exterior la luz de estos caballeros ilustres». Emotivo discurso.