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Toda la Isla vivió ayer una de las noches más especiales del año, llena de tradición y encanto: la Nit de les Verges, en la que se conmemora el martirio de Santa Úrsula y sus compañeras vírgenes. Como es costumbre en esta fecha, los jóvenes mallorquines, aunque en menor número debido al temporal de viento y lluvia, salieron a la calle con sus guitarras para ir a rondar los balcones y ventanas de las amigas que, reunidas, esperaban escuchar sus alegres y enamoradizas canciones.

Tras las serenatas, es tradición que los jóvenes sean invitados a pasar al interior de los domicilios para degustar el dulce típico de esta festividad, los buñuelos, regados con moscatel u otro vino aromático. Durante la reunión con las chicas, cada joven entrega a la que más le gusta un clavel en prueba de su estima. Por otro lado, está la tradición gastronómica. La especialidad de buñuelos de patata fritos, conocidos también como bunyols de vent o bunyols amb forat, goza durante estas fechas de un gran protagonismo. Su precio actual por kilo va desde las 1.200 a las 1.600 pesetas, algo más caros que el año pasado. Pero también tienen mucho éxito los buñuelos de pasta choux rellenos de crema, nata o trufa. El precio del kilo de los de crema es de unas 2.200 pesetas, y los demás, entre las 2.500 y las 2.700 pesetas. En algunas pastelerías han incluido nuevas variantes de este dulce y se pueden ver, así, buñuelos rellenos de moka o de avellana, que se venden a unas 2.500 pesetas el kilo.