A partir de las cuatro de la tarde, las motos se concentraron en Santa Ponça. Foto: Michel's.

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Harley Davidson celebró la primera de sus tres noches dentro de la magna concentración que viene celebrando durante tres días en el término de Calvià. Fue el sábado, en Santa Ponça, hasta donde llegaron los moteros, los de aquí y los procedentes de la Península, de Holanda y de Alemania. Todos muy a lo harley davidson, con chupa, pañuelo en el cabeza, botas, anchos cinturones, alguna que otra cerveza y con todo el tiempo del mundo para ellos. Nada tienen que ver con los ángeles del infierno, que poco más o menos a esa misma hora se podían ver a través del Canal 33, salvo en que unos y otros van en motos poderosas, potentes, vistosas, pero nada más. Éstos, desde luego, son más pacíficos.

No hubo limpieza de motos por chicas en top-less, como se había anunciado, pero, por lo demás, la fiesta «made in Harley Davidson» no desmereció lo más mínimo. Primero, paseo sin prisas por el mercadillo, donde se vendía de todo, naturalmente HD, por tanto, había que echar un vistazo en todos los tenderetes; a continuación, unas cervezas en el bar; quien quiso se tatuó algo en la espalda o en el brazo; mas tarde, concierto en vivo y en directo, y... ¡venga otra cerveza! Por último, striptease masculino y femenino, y así todos contentos. Y ellos, a fin de que les ayudaran a desvestirse al son del tariro-tariro, invitaron a algunas féminas del público a que subieran al estrado, que lo hicieron sin hacerse de rogar.

Ayer continuó la fiesta, durante la tarde, en Punta Ballena, donde la basca disfrutó de lo lindo jugando con sus máquinas, rematando la noche en Luna. Hoy, lunes, punto final a la concentración, pero con fiesta también. Será en El Dorado, donde habrá más striptease y más conciertos, y, por último, se procederá a la entrega de premios.