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La exclusión social y la pobreza, que afectan en Balears a unas 9.500 familias, que equivalen a una población de unas 55.000 personas, es una de las realidades sociales recogidas en el informe «7 realitats socials Illes Balears 1998», que pertenece a la colección Quaderns Solidaris.

La publicación pone de manifiesto que la expansión de la renta regional, la reducción del paro y la variación de las tasas de pobreza, permiten estimar que, entre 1990 y 1998, la tasa de hogares de Balears en situación de pobreza relativa se ha reducido de un 7'7 a un 6'5 por ciento.

El director de la Obra Social i Cultural de Sa Nostra, Miquel Alenyà, que ayer presentó el estudio, insistió en recalcar que «no hay pobres, sino causas que generan pobreza», entre las que citó la educación, el trabajo, la salud, las drogodependencias, los salarios o pensiones bajos, el analfabetismo o las relaciones con el entorno familiar.

Alenyà destacó, también, que en esta comunidad hay unos 9.000 inmigrantes de países no comunitarios, «cuya presencia es un beneficio que hay que agradecer, toda vez que cubren puestos de trabajo que, de otro modo, quedarían vacantes, sobre todo en construcción y agricultura».

Sobre la marginación, Alenyá aseguró que se trata de un fenómeno «diverso y complejo, que abarca un conjunto amplio de causas y situaciones».