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Al jefe de la Casa Blanca, que en ese instante debía de haber encedido el primer puro del día, se le ve feliz. No es para menos, pues en la tarde anterior, en apenas dos minutos, había pasado del tormento al éxtasis, de la derrota a la victoria, del canguelo a la tranquilidad más absoluta, de la desazón al relax, del hundimiento al sacar pecho de nuevo, del llanto a la risa, del infierno que significa comenzar con cero en el casillero a la gloria que supone hacerlo con tres puntos... Porque, de haber perdido el Madrid en su debut liguero contra el Mallorca, otra imagen hubiera sido la del presidente ayer, a las once de la mañana, ya fuera en la terraza del bar del Club de Mar o en Fernando Poo.

"Pero hubiera sido injusto perder "señaló, tras haber abonado la cuenta, camino del pantalán". Dominamos, fallamos un penalti, hicimos un poste y en ningún momento dejamos de estar en el partido. A diferencia de la anterior temporada, luchamos hasta que el árbitro pitó el final.

"Fue como el Bayern-Manchester.
"El fútbol es así: No se puede dar un resultado hasta que el partido no haya concluido y más cuando, como nosotros, nunca lo dimos por perdido.
"Marcaron dos de aquí y el partido se revolucionó cuando Guti, que también es de la casa, entró. Porque, ¡vaya jugada y pase que le dio a Raúl para que marcara!
"El Madrid tiene mucha y muy buena gente para afrontar una temporada que va ser muy larga y complicada. Cualquiera de los jugadores de la plantilla pueden salir en cualquier momento.
"¿Cómo cree que va a terminar la canción del verano: «Seedorf sí; Toshack, no»?
"Pienso que puede terminar esta semana. Seedorf, creo, está provocando su salida del club.
"Y encima por ahí hay clubs encantados en llevárselo...
"Si traen el dinero... Pero antes vamos a ver qué sucede esta semana, no quiero adelantar acontecimientos.
"¿Qué le ha parecido el Mallorca?
"Si quiere que le sea sincero, le vi mucho mejor las dos últimas temporadas que el sábado. No sé... pero me da la impresión de que les falta algo.