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En sus mesas han comido artistas como Fernando Esteso, Lina Morgan, Manolo Escobar o Bibiana Fernández. El restaurante «Casa Miguel» cerró sus puertas tras permanecer 64 años al servicio del cliente. En 1935, Miguel Vidal Frau y Rafael Nicolau Juan compraron un negocio en la plaza del Olivar dedicado a comidas económicas y alojamiento. Al año siguiente y por discrepancias, ambos socios se separaron. Miguel compró a Rafael su parte del local por tres mil pesetas y comenzó lo que hoy por hoy es un gran negocio. «Ofrecíamos alojamiento y pensión completa por una peseta», dice Miguel Vidal nieto.

La comida siempre ha sido casera y típica mallorquina: frito y sopas, aunque actualmente se sirve una gran variedad de bocadillos de queso mahonés, frito y el bocadillo estrella: el de calamares. «La última persona ejecutada en Mallorca pidió, antes de morir, cenar en este restaurante», comenta Miguel. En todo ese tiempo, el restaurante ha sufrido reformas: la barra ha pasado a estar en el lado derecho y uno de los comedores se ha cerrado, aunque el cambio más importante quizás sea el ambiente de la ciudad, la gente: «Antes el 99% de la población hablaba en mallorquín; hoy, si no sabes inglés o alemán no vas a ninguna parte», dice Miguel. Casa Miguel cerró el pasado 30 de julio por jubilación de los actuales dueños, pero el nieto, Miguel Vidal Vagés, quiere continuar con el negocio familiar y va a abrir un pequeño restaurante en la acera de enfrente llamado «Casa Mikel». Éste ha sido el homenaje a su familia y al local que le vio crecer.