El ritmo que hace vibrar los cuerpos de la noche

Tras una cena con los amigos y una vuelta por lo bares de moda en el Passeig Marítim y sa Llonja, los jóvenes de entre 20 y 30 años (la mayoría) optan por acabar la noche o, mejor dicho, empezarla en discotecas como Pachá, Tito's e IBS. «Me encanta bailar música house, típica en las discotecas. No es que me guste sólo este tipo de música, sino que sobre las 3 de la mañana cambias el 'chip'. Además, se convierten en un punto de encuentro. Sé perfectamente que cuando voy a Pachá, lugar que frecuento, me encontraré con mucha gente que conozco», comenta Francisca, de 22 años. «Es la primera vez que estoy en Tito's y me parece algo espectacular. Sobre todo el subir en el ascensor mientras observas el paseo marítimo» afirmó Celia Hernández, de Canarias.

Pantalones pirata, vestidos insinuantes y tops ajustados son la ropa elegida por las chicas, mientras que la mayoría de los chicos opta por ir con ropa ancha y deportivas, siempre y cuando les dejen entrar con ellas. «Me gusta ir arreglada siempre y cuando me sienta cómoda con lo que llevo. Sobre todo en cuestión de zapatos me encanta llevar plataformas, ya que son mucho más cómodos que los zapatos de tacón y yo, como soy bajita...», afirma Laura Amengual.

A pocos kilómetros de Palma la juventud baila en BCM y Milenium, situadas en Magaluf. Mucha gente que acude a estas discotecas es extranjera, ya que están ubicadas en una zona de alto rango turístico, aunque también acude mucho español para disfrutar de una espectacular noche acompañada con 'go-gos' que intentan crear un buen ambiente. BCM cuenta con 10 bailarines, chicos y chicas, que hacen lo posible para que disfrutes de una noche agradable. «Aquí no sólo estás para bailar, sino que tienes que dar alegría, diversión y entretenimiento para crear un buen ambiente en la discoteca. Se trata de un trabajo bastante duro y por eso te tiene que gustar mucho», comenta Mónica Llompart, una de las 'go-gos' de BCM.

Eso sí, todos buscan lo mismo, pasarlo lo mejor posible, tomarse unas copas con los amigos, bailar hasta reventar y, ¿por qué no?, a ligar.