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El PP de Balears tiene ante sí el difícil reto de su próximo congreso regional. Es lógico que en estas semanas previas se celebren reuniones preparatorias encaminadas a elaborar una o más listas para optar a la dirección del partido. Pero lo que es absurdo es el protagonismo que se le pretende dar a Cañellas. El ex presidente no puede abanderar ninguna renovación en el partido. Cañellas representa un pasado que cabría esperar superado.

El Cañellas de los últimos años es el Cañellas del «caso túnel de Sóller» y del «caso Calvià», dos asuntos que la sociedad balear no puede ni debe olvidar. Y ahí está la última sentencia contra el socio y amigo de Cañellas, Antoni Cuart, condenado a diez años de prisión. ¿Cómo es posible que Cañellas y quienes le apoyan no sean conscientes de esta realidad?

Es necesario que el PP analice lo que ha ocurrido. En política todo lo que no sea gobernar es perder y el PP ha tenido, en este sentido, unos pésimos resultados. Ha perdido el Govern, el Consell de Eivissa y Formeneta, el Consell de Menorca, y no ha recobrado el Consell de Mallorca. Pero no hay que olvidar que ha obtenido 28 diputados, quedando sólo a dos de la mayoria absoluta. ¿Ha sido toda la culpa de Matas? Es cierto que ha cometido errores tanto al frente del Govern como en sus relaciones con el partido. Pero ha tenido muchos aciertos en su gestión que es justo reconocer, entre ellos la modernización del Govern. Lo tenía muy difícil y para empeorar las cosas surgieron las divisiones internas del PP en Menorca y Eivissa, y el desafortunadísimo caso de Formentera. Pese a todo, ha tenido una resultados muy honrosos.

Con este bagaje, Matas está legitimado para liderar, con otro talante más abierto, la renovación del partido, sabiendo que debe lograr un difícil equilibrio entre esa renovación, tan necesaria, y la integración de las distintas familias del partido. Mucho nos tememos que al final se demostrará que todos esos intentos de listas alternativas no son más que jugadas de farol para ganarse un sitio en la nueva dirección del partido.