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El secretario general del PSOE, Andreu Crespí, culpó ayer a Unió Mallorquina de que el Parlament tenga un presidente interino. «La decisión fue de UM, y el grupo parlamentario socialista aceptó la postura de los nacionalistas», aseguró Crespí, quien negó que presentase su dimisión a Joaquín Almunia después de que los diputados del PSOE adoptaron una decisión contraria a la de la ejecutiva del PSOE balear. Crespí quiere convocar una reunión urgente de la ejecutiva para analizar el proceso de los pactos para formar Govern. El secretario general de los socialistas isleños entiende que «hay que pactar, pero hemos de estudiar cómo y de qué forma». «Hay que obtener el mejor pacto para que nuestro partido se sienta cómodo en él, y los demás, también», pidió Crespí, quien subrayó que no se plantea dimitir de su cargo.

«Lo que está claro es que ayer "el lunes para el lector" se produjo una situación incómoda», manifestó el dirigente socialista. Crespí también recordó ayer que él y Antich son los encargados de negociar los pactos para formar gobierno.

Mientras tanto, el PSOE vive momentos de tensión después de lo ocurrido el lunes cuando la ejecutiva propuso a Andreu Crespí como presidente del Parlament y el grupo decidió que fuese Antonio Diéguez. En realidad, Crespí renunció a optar al cargo cuando Francesc Antich le recordó que la Presidència del Parlament estaba sujeta a posibles pactos. La presidenta del PSOE balear, Margarita Nájera, no ocultó su malestar por lo que había ocurrido durante la jornada del lunes, y advirtió que la ejecutiva estudiaría la situación.