Los refugiados tienen muy claro que quieren regresar a su casa cuando puedan. Foto: PERE BOTA

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Olvidar todo lo que han pasado y visto. Este es el principal objetivo que se han marcado las tres familias de refugiados albano-kosovares que ayer llegaron a Mallorca procedentes de Valencia y Àvila. Durante su estancia en ambas ciudades se han repuesto del largo camino del éxodo y recuperado física y anímicamente para ahora en Mallorca «intentar olvidar» y esperar el momento oportuno para regresar a Kosovo.

Un total de 26 refugiados albano-kosovares llegaron ayer a Mallorca para ser acogidos en la Granja-escola Jovent y en la Residència Platja de Palma tal y como estaba previsto. Veintiseis personas repartidas en tres familias de las que dos forman parte de un mismo núcleo familiar, los Sahatgiv, y que se han reencontrado en Mallorca tras su estancia en Valencia y Àvila. Nexhdet es el cabeza de familia de los Sahatgiv y su hermano "que regenta un hotel en Porto Cristo" estaba ayer en Son Sant Joan esperándolos. Ha alquilado una casa de campo para acogerles (si bien en principio los 15 miembros de esta familia irán a la Granja-escola Jovent) y los que no quepan se quedarán en el hotel.

La otra familia esta integrada por 11 miembros y provienen de Valencia, son los Krasniqui y serán acogidos en la Residencia Platja de Palma.
Estos refugiados lo han perdido todo y aunque a priori se pueda pensar "como ha ocurrido con los bosnios acogidos en la Isla" que Mallorca "cuyos ciudadanos les han abierto las puertas de par en par" podría ser a partir de ahora su nueva casa ellos lo niegan y lo tienen muy claro: «Deseamos volver a nuestro país». Preguntados por la vuelta a Kosovo aseguran que se producirá «en cuanto se den las circunstancias mínimas para poder regresar sin riesgo».

Nexhdet Sahatgiv manifiesta en este sentido que tiene a su padre en Kosovo, «no quiso salir y no sabemos nada de él por lo que cuando pueda regresaré a por él».

El hecho de que en estas familias predominen los niños "de los 26 refugiados, 12 son niños con incluso un recién nacido ya en España" fue la razón principal que llevó a las organizaciones no gubernamentales a escogerles para abandonar el campo de refugiados de Macedonia y enviarlos a España.