TW
0

Las quejas al Defensor del Pueblo durante 1998 aumentaron un 30% respecto al año anterior, de 18.000 a casi 24.000, debido a que se recibió un elevado número de peticiones integradas en grupos de quejas idénticas, entre ellas las referidas al deslinde de la isla de Formentera.

A esa cifra, según el informe anual presentado ayer al presidente del Congreso por el Defensor, Fernando Àlvarez de Miranda, hay que sumar 156 quejas iniciadas de oficio, es decir sin que mediara petición alguna por parte de ciudadanos. El número de quejas presentadas en Balears ascendieron a 1.582, un 0'86% sobre el total.

Las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) promulgadas por el Govern recoge un artículo sobre el deslinde de Formentera considerado de «dudosa constitucionalidad», y que pueden ser recurridos por el Gobierno central. En él se asegura: «En ningún caso se podrá considerar que forman parte de la ribera del mar los terrenos edificados de conformidad con la normativa que les era de aplicación a la entrada en vigor de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas».

De hecho, lo que esta enmienda hace es dejar sin efecto la Ley de Costas en Formentera.