Las granjas mallorquinas pueden verse perjudicadas por el temor a consumir este tipo de productos.

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Los servicios de inspección de la Conselleria de Sanitat i Consum no dan a basto en el intento de inmovilizar todos los productos de origen animal que han llegado a Balears procedentes de Bélgica y, en este sentido, el director general de Sanitat, Joan Crespí, manifestaba que «minuto a minuto se va generando información sobre nuevas inmovilizaciones». Las visitas realizadas por los inspectores se contabilizan ya por cientos.

Y es que, además de carne de pollo, ternera y huevos las inmovilizaciones afectan a todo tipo de alimento elaborado a base de sustancias animales y que son más de una treintena. Así, según señalaba Crespí se han inmovilizado en toda la Comunitat decenas de productos de bollería (galletas, bizcochos), chocolates, bombones, salsas, helados, natas en spray, fideos chinos, patatas fritas, sopas, mahonesas y patés entre otros. Cabe destacar los 1.102 litros de ovoproductos pasteurizados inmovilizados en Eivissa que son empleados por los comedores colectivos como sustitutos del huevo para la elaboración de mahonesa.

Al mediodía de ayer se remitió al Ministerio de Sanidad el listado de los productos intervenidos hasta el mediodía, algo que está previsto que se repita cada día. Hasta esa hora en las Islas se habían retirado del mercado más de nueve toneladas de carne procedente de Bélgica. La mayor de estas partidas corresponde a 5.000 kilos de cuartos trasero de pollo inmovilizados en el sector sanitario de Palma que llegaron el sábado de Bélgica y que se tuvo constancia de ellos tras la comunicación realizada por un distribuidor. Ese mismo distribuidor había recibido cinco medias canales de ternera con un peso de entre 600 y 800 kilos y ocho cajas de ternera despiezada. En Manacor se retiraba una pequeña partida de 25 kilos de pollo.