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La decisión del Consell de Mallorca de frenar temporalmente la tramitación de nuevas peticiones de adopción por la avalancha de solicitudes ha sido un revulsivo de opiniones y críticas que parten de ciudadanos que de una manera u otra se han visto afectados por la gestión del CIM de la competencia de protección de menores.

El matrimonio formado por Fernando Fiol y Fany Obrador, que hace tan sólo cinco meses adoptó en Rusia a Paula, de catorce meses, relata la experiencia que ha vivido de primera mano y señala que lo principal es que falta mucha información y que el Consell informa poco y mal a quienes quieren adoptar. Esta pareja sabe lo larga que resulta la espera en una adopción nacional y ha vivido también el acogimiento familiar.

Tras cinco años esperando para adoptar un menor español, Fernando y Fany se decidieron por la internacional. «Miramos la adopción en Colombia, pero nos daban largas. Conocimos a un matrimonio que nos dijo que adoptar en Rusia o China era más fácil; de modo que fuimos a una agencia, a Infancia i Futur concretamente, que nos pedía 600.000 pesetas por unos trámites que podíamos hacer perfectamente nosotros y nos pareció excesivo, teniendo en cuenta que las ECAI (Entidades Colaboradoras en Adopción Internacional) funcionan sin ánimo de lucro, por lo que optamos por la tramitación de forma particular. Esto era en mayo del año pasado. Quisimos conocer a otros matrimonios que había adoptado y uno nos puso en contacto con el intermediario que en Rusia se encarga de asistir a los españoles que desean hacer adopciones en su país. Hicimos la solicitud en agosto, en septiembre nos enviaron la información de Paula y en octubre nos contestaron que el juicio sería el 15 de diciembre. En definitiva, en menos de seis meses teníamos en casa el hijo que tanto anhelábamos», explica Fernando.

La rapidez con la que se desarrolló el proceso y al comprobar que los orfanatos en Rusia están llenos y la adopción es tan ágil optaron por ayudar a otros matrimonios en su aventura de adoptar menores rusos. Ahora, ayudan a dos matrimonios de Mallorca y otro de Madrid.

Fernando y Fany aclaran que es totalmente legal y segura la tramitación particular y que la Administración debería informar de todo esto a las parejas. Por otro lado, no están de acuerdo con que se obligue a las parejas que quieren adoptar, porque no han podido tener hijos biológicos, a hacer un acogimiento familiar, «cuando esto no tiene nada que ver con el deseo de ser padres; pero se les da un cursillo en el que se les toca la fibra diciendo que hay muchos niños en Mallorca necesitados de una familia y te llevan a pasar por experiencias que no siempre resultan bien», dice Fany.

Esta pareja cree que se debería tener un departamento para adopciones y otro para acogimientos.