María Eugenia reunió anteayer a un grupo de amiguitas para celebrar sus cumpleaños. Foto: PERE BOTA.

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María Eugenia Xiobu cumplió tres años. Lo celebró el domingo por la tarde, rodeada de amiguitas y amiguitos a quienes en un momento determinado de la fiesta reunimos en torno a la magnífica tarta de chocolate que Magic "el lugar donde celebraron el aniversario" les había preparado. Entre las amiguitas de María Eugenia vimos a niñas chinitas, como ella, aunque de chinitas sólo tienen el haber nacido en China y que sus padres biológicos son chinos. Nada más. María Eugenia y sus amigas "Marina, Tamara, María, Yue, Mari Àngeles, Goreti, Fátima..." han sido adoptadas legalmente por padres mallorquines, o residentes en Mallorca. Son, por tanto, mallorquinas, y las que hablan, lo hacen en catalán y en español.

«Al principio de ir a la escuela, a mi hija "nos contó Ramón Rotger, padre de la primera niña china que fue adoptada en Mallorca" le sorprendía que los demás niños la llamaran chinita, a lo que ella replicaba que era mallorquina. Ahora la consideran como una más entre ellos, a quienes habla en catalán, castellano e inglés».

En Mallorca hay 17 niñas chinas adoptadas. ¿Que por qué niñas y no niños? Porque la niña, en China, está en inferioridad de condiciones, en todo, respecto al niño. Si un matrimonio campesino, o poco culto, sobre todo, tienen un niño y una niña, se quedan con aquel, mientras que a ésta la mandan al orfelinato.

«La niña en China no tiene ningún valor. De ahí que muchas familias las abandonen», señala Rotger.