TW
0

Son ingleses, muy ricos y tienen algo en común: sus intereses en Mallorca. Richard Branson, Lord Archer, Peter Stringfellow, Doug Ellis, David Crossland, Martin Edwards y David Barclay, poseen intereses en Balears o, al menos, pasan varios días al año en las Islas. El «Sunday Times» acaba de publicar la lista de los ciudadanos británicos más ricos del mundo y todos ellos ocupan lugares destacados. Richard Branson, por ejemplo, propietario del hotel «La Residencia» de Deià posee una fortuna de 1.200 millones de libras esterlinas (300.000 millones de pesetas), lo que le sitúa en el puesto décimo de la clasificación. También destaca el magnate David Crossland, propietario del segundo gran touroperador británico "Airtours" que visita Mallorca de forma periódica para anunciar los planes de expansión de su grupo turístico. Doug Ellis, propietario del Aston Villa, cuyo estadio albergará el próximo 19 de mayo la gran final de la Recopa entre el Real Mallorca y la Lazio italiana, ocupa el puesto vigésimoprimero entre los ingleses más ricos del mundo, según el «Sunday Times». Ellis posee un chalet en Son Vida y una cuenta bancaria de 32 millones de libras (6.000 millones de pesetas). Otro multimillonario inglés que vive entre Londres y Mallorca es Peter Stringfellow, el «Rey de los Clubes», tiene un patrimonio «muy importante», según el «Sunday Times», que cifra su fortuna en unos 21 millones de libras esterlinas (4.000 millones de pesetas). El diario también destaca a Lord Jeffrey Archer, que posee diversos intereses en Mallorca y una fortuna de 40 millones de libras (8.000 millones de pesetas). David Barclays, que ocupa el puesto 27 entre los británicos más ricos del mundo con 650 millones de libras, suele amarrar en el Club de Mar su barco «Lady Beatrice», mientras que la famosa cantante de la banda de rock The Eurythmics, Annie Lennox, posee una casa en Mallorca y 21 millones de libras (4.000 millones de pesetas). El diario inglés también destaca como uno de los líderes en la lista de hombres más ricos del mundo a Sir Anthony Banford, que se considera un «fan» de Andratx, donde es propietario de un casa y de un barco, como no podía ser de otra manera.