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Entre la Seu y Can Pere Antoni
Por la ley del mínimo esfuerzo me temo que vamos a tener, a nada que le demos el empujoncito definitivo, el lugar de ocio de Palma por excelencia: la parte del Marítimo que arranca desde los bajos de la Seu hasta es Molinar. ¿Por qué? Por varias razones, entre otras porque ahí está el Parc de la Mar, que vamos a ver si también termina de arrancar, aunque de noche en verano "zona del Nu, sobre todo" ya lo ha hecho; la amplia acera que discurre paralela al mar, con carril-bici añadido, ideal para soltar cohetes por Sant Sebastià, pasear, patinar, hacer footing y pedalear, y si uno se cansa, como hay bancos, descansar al sol, durante el día, aunque a según qué fechas y horas puede ser un suplicio, o a la fresca, si es de noche; y porque la playa de Can Pere Antoni, ahora con concesionario "por tanto, con responsable", lo cual supone tener sombrillas, hamacas, chiringuito para copas "¿y por qué no para paellas?", mirador para socorristas y, sobre todo, limpieza y decoro, hará que muchos palmesanos, que antes tenían que desplazarse hasta la Platja de Palma o de Cala Major "por poner dos próximas al centro" se queden en ella.

Moncho Quintana y Alicia, papás
Moncho Quintana, gerente de Pachá, ha sido papá de una niña. Anteayer por la tarde "16.30", Alicia, su esposa, en la clínica Rotger, dio a luz a una preciosa niña que llamarán Alicia, con lo cual Carlos, el primogénito, tendrá una hermanita. Alicia, que se parece muchísimo a su madre, llegó a este mundo pesando 2.970 gramos, lo cual no está nada mal.

Ni que decir tiene que a Moncho se le cae la baba mirando a la nena.