La lluvia arrastró en la madrugada de ayer gran cantidad de partículas de polvo del desierto. Foto: JAUME MOREY.

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La «lluvia de barro», un fenómeno meteorológico muy frecuente en Balears, se dejó sentir en la pasada madrugada, con especial intensidad en Palma. Nada escapó a la acción de gran cantidad de partículas de polvo, procedente del desierto del Sáhara, acumulado durante meses a unos 2.500 metros de altura. «Suele ocurrir cada cierto tiempo», explicó el director del Centro Meteorológico de Balears, Agustí Jansà, «ya que la tierra forma una capa densa que luego es arrastrada hasta el suelo por la lluvia». Añadió que el fenómeno fue intenso debido a que no se producía desde hace meses «y por eso los ciudadanos lo notaron más», subrayó.

La «lluvia de barro», la tramuntana y las tormentas nocturnas son fenómenos típicos de las Illes Balears, y muy usuales en determinadas épocas del año.
El inesperado «chaparrón» ensució todo lo que encontró a su paso en el exterior de las viviendas, incluidos terrazas, jardines, techos. Asimismo, miles de propietarios de vehículos, que no tienen la suerte de disponer de una plaza de aparcamiento cubierto, se encontraron con sus coches totalmente embarrados.

Esto propició un incremento inusitado de la actividad en gasolineras y empresas que se dedican a lavar los coches, que ayer, con la primera «lluvia de barro» de la temporada, hicieron su agosto particular. Ante la posibilidad de que el fenómeno pudiera repetirse en las próximas horas, el Instituto Nacional de Meteorología prevé para hoy en Balears cielos con intervalos nubosos. Las temperaturas no registrarán cambios significativos y los vientos soplarán del suroeste, de flojos a moderados, con intervalos de brisas en Mallorca.