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Los 320 conductores con que cuenta la Empresa Municipal de Transportes comenzaron el pasado lunes a familiarizarse con las nuevas máquinas expendedoras de billetes que se instalarán muy pronto en todos los autobuses, como parte del proyecto de tarjeta ciudadana que este mes pondrá en marcha el Ajuntament de Palma.

A partir de ese momento desaparecerá la tradicional venta de billetes por parte de los conductores y todo se realizará de forma automática.
Los más mayores entran al aula habilitada en la sede de la empresa con cierto recelo, a la defensiva, no en vano llevan treinta años vendiendo billetes manualmente, pero cuando la clase acaba su actitud ha cambiado y se muestran entusiasmados, al menos así lo asegura Pilar Martí, la responsable de Formación.

La nueva máquina requiere por parte del conductor un proceso de identificación previo al inicio del servicio, luego deben aprender el sistema de venta en ruta y tras finalizar el turno -y ahí radica lo más interesante del nuevo sistema- la máquina extrae la cantidad total recaudada, que el trabajador debe liquidar en la empresa. Esta liquidación se cuadra actualmente de forma manual, lo que requiere del conductor tiempo y esfuerzo.

«Con ello ganan tiempo y seguridad en su trabajo y eso es lo que más agradecen», explica la responsable del curso.
Los trabajadores pasan por el aula en tandas de doce y a razón de dos grupos diarios, uno de mañana y otro de tarde. Los dos formadores les atienden de manera individualizada, según las necesidades de cada uno y les reparten el manual de funcionamiento que se ha elaborado. Normalmente una hora y media después de haber empezado la clase el profesional se ha hecho con el funcionamiento de la máquina, pero por si desea practicar el aula permanece abierta durante todo el día y siempre con un profesor disponible.